Un taxi se sale inexplicablemente de la calzada y se estrella en la
carretera que lleva al aeropuerto de Viena. Como consecuencia del
choque, los dos pasajeros, un hombre maduro y una mujer joven, ambos de
nacionalidad albanesa, resultan muertos. Las investigaciones policiales
no consiguen aclarar qué fue lo que despistó al taxista al mirar por el
retrovisor como para perder el control del vehículo. El asunto queda
archivado como un mero accidente, aunque con el calificativo de extraño.
Meses más tarde, los servicios de inteligencia serbios y albaneses
primero, y un investigador anónimo después, reclaman el expediente e
inician sus propias pesquisas. El fallecido, Besfort Y., era un experto
para asuntos balcánicos del Consejo de Europa que había seguido de cerca
el proceso de descomposición de Yugoslavia, especialmente la guerra de
Kosovo. La mujer que lo acompañaba, Rovena, se había entrevistado con él
en distintos hoteles de toda Europa, por lo que podría estar implicada
en las nunca desveladas actividades de Besfort. A través de los indicios
policiales, testimonios de amigos y conocidos, un diario de Rovena...,
se va trazando un bosquejo de la personalidad de los fallecidos y, sobre
todo, de su particular relación amorosa.
Cuando comienzo un libro de los que nos dan en el club de la lectura, lo primero que hago después de ver quien es el escritor, es abrir el libro y ver si tiene conversaciones o parece la enciclopedia Británica. Este parece la enciclopedía. Pero luego leo la sinopsis y entre investigaciones policiales y los servicios de inteligencia serbios y albaneses pienso, Javier, el encargado de la clase, se ha confundido de género y por fin me ha hecho caso y a metido entre la selección una novela negra, o incluso de espionaje.
Y no sólo comienzo a leer el libro, sino que dejo apartados los demás que me estaba leyendo (algo insólito en mi, leer sólo un libro a la vez) y hacia la página 60 empiezo a notar que se va jodiendo un poco la cosa. Me había hecho a la idea de que la relación que tenían los dos protagonistas era profesional. Ella, espía doble o triple que se había liado con él para obtener información. UNA PUTA MIERDA se ha confundido Javier. Vaya tostón de libro. De 319, casi 200 páginas de truño amoroso entre una medio call girl o directamente puta y un mierda. En cuanto empezé a leer esas páginas, acabé sólo visualizándolas, ya fuera de derecha a izquierda o de izquierda a derecha. Sólo me quedaba con una palabra de cada frase. Y si me parecía interesante como Kyoto, noseque japonesas, etc., pues me paraba y leía un poco.
Leer este libro si que ha sido un accidente. Leer por decir algo.
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