Matt recibe un pequeño encargo, -guárdame este sobre, y si me pasa algo, ábrelo- le pide Giros, un delincuente de poca monta que se gana la vida con pequeños robos. Matt decide hacerle ese pequeño favor a Giros y guarda el sobre bajo la alfombra. Hasta que un día aparece un cuerpo flotando en el río, ¿puede ser Giros? Y en ese caso, ¿ha de abrir el sobre?
El crimen es el crimen, pero el asesinato es algo mayor, diferente. Nadie tiene derecho a arrojar al río la cabeza de un pequeño ladrón y chantajista. Por lo menos según el código de honor de Matt Scudder...
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