Juana d’Albret, viuda de Antonio de Borbón; y Catalina de Médicis,
viuda de Enrique II, quieren reconciliar a los franceses y por eso pactan el
casamiento de sus respectivos hijos; Enrique de NAVARRA (luego Enrique IV) y
Margot.
Poco antes de la boda –en circunstancias confusas, algunos
creen que por envenenamiento- muere Juana d’Albret. Catalina de Médicis sigue
adelante con el pacto y la ceremonia se realiza en Notre-Dame. Madame Catalina
reina a la sombra de Carlos IX, pero es a su segundo hijo, el duque de Anjou, a
quien prefiere. Es a él a quien quiere ofrecer un reino en paz. A cualquier
precio. Seis días después de la boda tendrá lugar la matanza de San Bartolomé:
entre cinco mil y diez mil protestantes fueron asesinados esa noche en las
calles de París por orden del rey Carlos IX. La idea había partido de la propia
Catalina aunque ella sólo pretenderá eliminar a la decena de líderes del
partido hugonote y no a todos los protestantes.
En medio de esta noche de horror un joven herido a espada llama
desesperadamente a la puerta de Margot. La Môle es protestante, debe morir como
los demás. Pero Margot le esconde, le cura y empieza a amarle (ya se lo había
follao antes). Esa noche, todo cambia irreversiblemente.
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