Después de arduas investigaciones, el joven científico Griffin consigue, mediante procedimientos químicos y eléctricos, disminuir el índice de refracción de su cuerpo; en otras, logra la invisibilidad total. Pero, lejos de lo que cabía suponer, el logro de este viejo sueño de la humanidad no soluciona sus problemas; por el contrario, Griffin, inconsciente de su poder, desbordado por su propia creación, se ve inmerso en un mundo de soledad y de huida permanente.
El drama personal del investigador, acosado por una sociedad que le repudia, se convierte en una amarga fábula sobre la marginación humana y el rechazo social. El hombre invisible, narración de extrema agilidad, alcanzó la fama rápidamente, y su reflexión sobre la ciencia marcó el rumbo futuro de gran parte de la literatura fantástica.
Le pregunté a mi primo-sobrino que haría si fuera invisible y me contestó: Pegar al Rey. Y le digo yo: Para que? Si se cae sólo. Pero Rajoy se iba a llevar una ostia....
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