Se ha dicho a menudo que la ciencia ficción es la narrativa fantástica propia de nuestro tiempo, en la que los elementos temáticos y símbolos tradicionales han dejado paso a una nueva imaginería más acorde con esta época de cientifismo y automación.
En esta selección nos encontramos con una narración que en muchos aspectos es un auténtico "cuento de hadas", con otra que alude solapadamente al vudú, y con un relato en el que se habla de un ángel. No es fácil trazar fronteras nítidas entre la ciencia ficción y la fantasía (es fácil: bichos, fantasía; aliens, ciencia, CF), y es probable que más de un lector opine que algunos relatos de esta antología son meramente fantásticos.
Hermano Es posible que al comenzar este relato de Simak, el lector erudito se diga: "Ya estamos otra vez con la consabida mecedora chirriante en el porche de la consabida casita rural." Pero en esta ocasión el bucólico e inolvidable autor de Ciudad, sin dejar de ser coherente con su producción habitual, nos sorprende con un relato insólito e inquietante.
La pareja del capitán Evelyn E. Smith se caracteriza por haber introducido en la ciencia ficción un humor irresistible, corrosivo y desmitificador, y sus alienígenas tienen fama de ser los más sorprendentes de su género, como podrá comprobar el lector en esta temprana y desternillante sátira de los roles sexuales convencionales.
En Prismática dan todos los elementos del clásico cuento de hadas: un príncipe de vistoso atavío, una bella mujer encantada, un poderoso mago... incluso empieza diciendo: "Erase una vez..." Pero la firma de Delany, el galardonado escritor negro, es suficiente garantía de que no será un cuento como los demás.
El Primer Ataque La señora Henderson, conocida sobre todo por sus poéticos relatos del ciclo Pueblo, nos sorprende en esta ocasión con un nuevo enfoque de la posible conflictividad terrestres-alienígenas.
El hombre que podía suministrarnos elefantes Últimamente, John Brunner se dedica a escribir poesía; lo que, afortunadamente, aún le deja tiempo para obsequiarnos de vez en cuando con una narración como ésta, en la que el pintoresco título no desmerece en absoluto del contenido.
El ángel que repartió el tiempo Aún muy poco conocida (no es una errata: conocida, pues se trata de una mujer) entre nosotros, James Tiptree, Jr. es sin duda una de los más notables nuevos valores de la ciencia ficción estadounidense. Esta es la singular historia de una joven que sintonizó un ángel con el empaste de una muela y solucionó el problema de la superpoblación de una forma bastante curiosa.
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