martes, 9 de abril de 2013

Consumir conscientemente

Lo de consumir conscientemente debe ser algo que elegimos, un proceso de liberación que hacemos porque queremos. Si lo estamos viviendo como una obligación externa, o si tenemos sentimiento de culpa si no hacemos, es que algo está fallando.

Es cierto que "arriba" hay mucho poder y a menudo mal usado, y que es demasiado peso para nuestras espaldas cargar con tanto desajuste como hay por el mundo. Y que debemos quejarnos y vigilar los desmanes del poder. Pero hacernos cago de nuestra parte de responsabilidad y participar para cuidar y mejorar nuestro entorno es también nuestro deber. Y lo del deber a menudo, se olvida.

Si no elegimos café de Comercio Justo o un queso producido en nuestra comarca porque nos sale más caro o porque tenemos que caminar 10 minutos hasta la tienda donde lo venden, ¿por qué ponemos a caldo a las grandes empresas y a los gobernantes cuando se fijan más que nada en los beneficios económicos y electorales? La cultura de izquierdas y el ecologismo vienen diciendo hace muchos años que la libertad individual no puede estar por encima del bien común.

TU LIBERTAD ACABA DONDE EMPIEZA DE DEL OTRO

El kiwi es rico y sanísimo, tiene mucha vitamina C y más cosas buenas. Comprar un kiwi de Nueva Zelanda en el Lidl sale tirado de precio. El beneficio individual es claro... Pero quizás nos deje de compensar si pensamos que traer productos desde lejos implica mayor circulación, respirar humo y escuchar ruido de tantos camiones circulando. Y que en nuestra tierra haya cada vez menos frutales. Y si compro 6 kiwis en una bandeja de plástico genero mucha basura y me suben los impuestos para poder tratarla. y en el campo hay cada vez menos trabajo y en la ciudad cada vez más trabajo basura para grandes empresas. Es hora de darnos cuenta de que cuidarnos pasa también por cuidar el entorno del que formamos parte.

QUIZÁS SE VERDAD QUE EL FINAL LO BARATO SALE CARO

Kibbis del Baztán



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