Además de sus rasgos generales, como son: vivir en regiones subterráneas, ser jefe de muchos genios, provocar tempestades, etc., el numen denominado Akerbeltz tiene facultades curativas e influencia benéfica sobre los animales encomendados a su custodia o protección, influencia que ejerce mediante, su símbolo mortal, que es el macho cabrío. Por eso en algunas casas, deseando impedir que, su ganado sea atacado por alguna enfermedad, crían en el establo un macho cabrío, el cual debe ser negro, es decir, Akerbeltz "macho cabrío negro", para que su influencia protectora sea más eficaz.
Akerbeltz o genio en figura de macho cabrío era adorado (o se suponía que lo era) en Akelarre por brujos y brujas en las noches de lunes, miércoles y viernes. Los reunidos bailaban y ofrendaban a su numen panes, huevos y dinero. A juzgar por la descripción de ciertos actos y creencias que en los autos se les atribuyen, diríase que representaban un movimiento clandestino, en el que llegó a cristalizar la oposición contra la religión cristiana y quizá también contra el estado social vigente u oficialmente reconocido en el país, si bien esto no era tal vez más que una actitud sugerida en las mentes de los supuestos brujos por las preguntas de sus jueces.
Akelarre de Zugarramurdi es una planicie situada delante de la entrada de la caverna llamada Akelarren-leze, "cueva del prado del macho cabrío". Se cree que en aquel paraje y en aquella caverna se reunían antiguamente los brujos. En el vestíbulo de la cueva, a pequeña altura sobre el piso del mismo, se abre en el muro un boquete a modo de ventana, que, según se dice, es la cátedra donde el diablo, en figura de macho cabrío, recibía a los brujos y brujas. La misma cueva tiene por el lado oriental otra entrada más amplia llamada Sorginen Leze "cueva de los brujos". aquí se celebra anualmente, en el curto día de las fiestas patronales del pueblo (15 de agosto) una ceremonia tradicional organizada por los viejos de la localidad. Para lo cual dos de éstos compran uno o dos carneros en la mañana de ese día, los matan dentro de la cueva y los asan sobre una hoguera que allí mismo encienden. Al mediodía se reunen en el sntro los viejos del pueblo y se reparten la carne asada y la comen con pan y vino. Cada uno paga lo que corresponde a escote. Después, tarbándose por las manos o mediante pañuelos, forman entre todos larga fila y salen de la caverna. Así van hasta llegar delante de la casa cural, donde danzan, y luego se dirigen a la plaza del pueblo y allí bailan el sokadantza.
El numen Akerbeltz, que se manifiesta principalmente como protector del ganado y jefe de brujos, tenga quizá un antecedente en el numen pirenaico antecristiano Aherbelste.
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