Este modelo de 542 CV se construyó para la Exposición Británica del Motor en 1988, pero su fabricación no tuvo lugar hasta que Ford compró Jaguar al año siguiente. A pesar de haber sido un V12 y dirección a las cuatro ruedas, debutó en la pista con un doble turbo de 16 válvulas y dirección a dos ruedas. Mientras el prototipo estaba en exposición, el primer coche batía el récord de pista en el famoso circuito de 22 km de Nurburgring (Deutschland) alcanzando velocidades de 350 km/h. Sólo salieron 275 ejemplares, cada uno de los cuales se tardaba 12 días en fabricar y costaba 400.000 dólares en aquella época. Era el coche de producción más rápido de la historia.
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