En los anales de las películas de acción pocas se comparan
con Mad Max II El Guerrero de la Carretera, una épica ágil llena de velocidad
que proyecta al espectador a un escenario que sólo se da en sueños, en el que
el futuro post-nuclear se encuentra con el pasado mitológico. En pocas
palabras, es una de las películas con espectaculares escenas con dobles mejor
logradas. Mel Gibson es Max, el héroe solitario que recorre los caminos de
Australia en una eterna búsqueda de gasolina. Agrupados en contra de él y de
los demás defensores de un depósito de gasolina, se encuentras los bizarros guerreros
comandados por Humungus, famoso por su lema: ¿para qué tomar prisioneros si se
los puede eliminar?
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