La cárcel de Kravavi aloja a los peores delincuentes de toda Rusia. Allí es enviado Kyle Lord (Jean-Claude Van Damme), un ingeniero petrolífero que es detenido en Moscú y condenado por el asesinato del violador y asesino de su esposa. Krustov, el alcaide, ha ideado un deporte perverso en el que los reclusos luchan, a veces hasta la muerte... Los presos lo llaman "Sparka". Kyle, reacio en un principio a entrar en este juego, descubrirá aspectos de su interior que le harán sobrevivir en el infierno en que se convierte su existencia, buscando caminos que todo ser humano debe explorar. Un poco menos penosa que la mayoría de las películas de Van Damme, siempre molan las peleas en las cárceles.
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