Attikus Finch

Este martes 13, agárramela que me crece, estuve en el Black Rose de Burlada (no hay ni que decirlo) escuchando y viendo también, a Attikus Finch, grupo de cinco miembros navarricos. Yo fuí por ver a un miembro, o a un membrillo, al cantante, Gorka, compañero de excurrelo. Ya después de haber sido invitado a un par de conciertos, a éste que tenía cerca de casita, no pude decir que no. Y tampoco a las cervezas Amstel del bar. Attikus Finch, que yo no lo sabía porque soy un inculto del cine en blanco y negro (de Nick Nolte y Eddie Murphy, no) es el nombre del personaje de la película "matar a un ruiseñor". Vaya pajarraco tenía que ser con ese nombre. Yo tiraba al Finch de American Pie, al culofino. Y vaya sorpresón que me llevé. Después de haber visto la semana pasada a Andoni y los "Yakuzas" y quedarme con tan buen sabor de boca (este vez no fue la Bud), pensé que no me podía quedar mejor. Y me equivoqué. Que ritmo, no, que ritmazo. Hard rock con toques funkies, que le dan un estilo que no sabría a que se parece porque no se parece a nada que haya escuchado antes. Y anda que no he escuchado música. Y eso es lo bueno. Y Gorka, como se mueve, en la fábrica no se movía así. Y lanza chupitos, que ni Benji y Oliver, me tiró uno que llega a ir medio metro para arriba y me da en el bajo. A Eneko, el guitarrista, en cuanto le dejen pegarse un solo, se desmelena.

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