La denominación en euskera más extendida que posee el rayo es tximistarri, de tximista -relámpago- y -piedra-. Se ha recogido en la Baja Navarra o Nafarroa Beherea, la creencia de que cuando cae un rayo sobre un haya, roble o fresno, éste clava sus piedras en la tierra. Ello viene a sustentarse en la creencia de que la cenauria y el cuarzo, si sacan chispas al ser frotados es porque proceden del rayo del cielo. Otras denominaciones del rayo han sido: inhar, oneztarri, oñaztar, oxmearri, ozkar, ozkarri, ozminarri, ozpinarri.
El trueno tiene en vasco denominaciones como ozkar y ozkarri, que parecen estar emparentadas con ozti, osti -trueno-, ostri -firmamento-, ostebi -lluvia del cielo que debe ser recibida sobre la cabeza descubierta-, ostegun -jueves o día del cielo-, ortze -tempestad-, ortzi u ortziri -trueno-, ozargi -luz del cielo-, ozme -rayo-, ozmin y ozpin -trueno-, ozpirin y ozpinarri -rayo- y urzondo -alba-.
El cielo, que está expresado en estos nombres por el elemento ost, ortz o urtz, es objeto de veneración, de temor y de conjuros, según los casos. Con él están relacionadas ciertas plantas, como el cardo silvestre, el espino, el avellano, el laurel, al sauce, etc., capaces por sí solas de alejar el rayo, y además tiene consagrado un día de la semana: el jueves.
Ortzadar Arco Iris
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