Golan Trevize, cuando tuvo que elegir una opción para el futuro de la galaxia, decidió aliarse con Gaia en la creación de una galaxia orgánica donde todos fueran parte de un sólo organismo, pero solo por una
corazonada, por lo que en este ultimo libro de la serie de la
Fundación, se propone averiguar si su corazonada era correcta, y se
embarca en una nueva misión: encontrar La Tierra.
Olvidado por la primera fundación,
deja el planeta Gaia en compañía de Janov y Bliss, con rumbo a
Comporellon. Allí logran una serie de coordenadas que les llevará al planeta Aurora, un mundo que ha sido abandonado por los humanos, y lo único
que encuentran en él son perros. La segunda coordenada, les lleva a Solaris, un mundo habitado por
humanos que han evolucionado en seres hermafroditas y solitarios. El tercer planeta ha perdido sus océanos y la mayor parte de
su atmósfera, y son infectados por una plaga de musgo. En este planeta
encuentran una pared con las coordenadas de los primeros 50 mundos "espaciales".
Teniendo esas coordenadas,
se dirigen a una
estrella binaria alrededor de una de las cuales gira un planeta: Alfa (Centauro). Alfa,
sólo tiene una pequeña isla habitada rodeada de un mar extenso y rico en peces. Sin embargo tambien sufren
amenazas en este mundo y se ven forzados a salir apresuradamente. Finalmente, llegan a la Tierra, la cual según las leyendas es
radiactiva y no contiene vida humana. Cuando
desolados revisaban sus nulas opciones, gracias a Fallom, un niño que se habían llevado de Solaria, fijan su
atencion en la luna, hacia donde se dirigen y se encuentran con Daneel
Olivaw, junto a quien Trevize ecuentra la respuesta a su inquietud, y
Daneel a la suya. Este es el que más me ha gustado de los cinco tomos.
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